sábado, diciembre 15, 2007

Chocolate, beans & rock n´roll

(O la importancia de rockear con el estomago casi vacío)


"Pero un hombre que no ha comido es capaz de resolver
el problema de la cuadratura del circulo..."

-Lucio V. Mansilla "Causeries"




Rockette Morton: Rocket Morton takes off again into the wind.
Don Van Vliet : What do you run on, Rockette Morton?
Drumbo: Say..."Beans".
Don Van Vliet: Ha ha ha...
Rockette Morton: I run on beans...I run on lazier beans.

-Conversación intro tema "Fallin´ Ditch" - del disco"Trout Mask Replica"-
Captain Beefheart and his Magic Band)




La aparición casi repentina en esta parte del litoral de montones de películas en formato VCD a precio increíblemente barato, hace ya unos años, vaya quizás a merecer algún dia un capítulo aparte en una futura historia sobre el consumo cultural-electronico en la microregión , los hábitos asociados y transformaciones que dicho consumo conlleva y demás cosas bonitas. Por el momento me limito a decir que después de tantos años de abstinencia cinefila he visto recuperar lo que habia perdido tras mi exodo capitalino, y todo gracias a la bendita y gloriosa pirateria .

Es que no piensen que es joda esto, por 2 pesos y chirolas ( si mas barato que en Buenos Aires ) es fácil armarse una pequeña colección que incluya westerns spaghetti, peliculas de kung fu, alguna que otra europea y los pocos estrenos de Hollywood que uno puede ver sin aburrirse mortalmente. Y no me vengan con que la compresión, fidelidad y que se yo...estoy hablando de 2 pesos y medio...menos que un capuccino (ademas yo me crie viendo películas en VHS que por lo general eran copias de copias de copias...que tanta exquisitez!.)

Todo esta inecesaria introducción viene a cuento de lo siguiente: Finalmente pude ver AMERICAN HARDCORE, que a pesar de lo que el nombre pueda sugerirle a algun mal pensado con la idea fifa no es una terrible de culos, tetas, coños y dunga dunga sino un documental basado en el libro del mismo título- sobre el nacimiento y muerte de la escena hardcore-punk en los Estados Unidos de los ochenta.

Siendo muy sincero, debo decir que no soy para nada un experto en el tema en cuestión, como tantos, tuve mi periodo de efervescencia hardcore en mi adolescencia, descargando ira y adrenalina con la música de Dead Kennedys, Minor Threat y otros, pero mi saber dista bastante, en este caso, de ser enciclopedico asi que por eso mismo no voy a ponerme a opinar sobre lo que segun leo en algun foro de la web es el punto polemico de este documental: La lista de omisiones y preferencias, las bandas a las que el film presta mucha atención y a las que ignora casi descaradamente. Si, a mi tambien me hubiera gustado ver a los Minutemen en acción pero bueno, supongo que siempre va ocurrir con este tipo de peliculas; el director hace sus elecciones y descarta cosas para sumirse al tiempo de duración establecido. Eso y cuestiones de derechos de autor supongo.

Asi que mas alla de toda posible objeción pasé un rato bastante entretenido disfrutando las historias y anécdotas del film, especialmente las que tienen como protagonistas a dos bandas pioneras de la escena: Estoy hablando de los Bad Brains y los explosivos Blag Flag , banda del personaje al cual me refiero a continuación.

En cierto momento del film Henry Rollins (de el se trata) cuenta algo que nos da una idea sobre lo que debieron haber sido los primeros tiempos del mitico SST Records, sello del guitarrista Greg Ginn y mediante el cual la banda (y luego otras bandas de la escena) difundía esta música que provocaba tanto rechazo en el establishment musical de la época.

Cuenta Rollins que cuando comenzó a entrar algo de dinero a SST la suma de ingreso era de 5 dolares diarios a repartirse entre los distintos miembros del staff . Con ese dinero se suponía que los muchachos debían vivir y comer y era ahí cuando - sigue contando Rollins- el se iba camino al kiosko especulando cual chocolate era el conveniente por su relación precio/tamaño y luego de deglutirlo, ya de vuelta a la base de operaciones de SST, asegurarse de haberse limpiado bien la boca para no ser recriminado por sus hambrientos compañeros al son de “Ahhhh, Did you get food?”. Uno se pregunta como con tan pocas calorías se las arreglaron para hacer una música tan enérgica. Evidentemente la música tiene sus insondables misterios.

Esto me recuerda otra anécdota, ocurrida, mas de diez años antes de las penurias alimenticias de don Henry (cuando este era seguramente poco mas que un purrete) de la cual me enteré viendo un documental de la BBC sobre el gran Captain Beefheart.

El que cuenta la historia en este caso es uno de los musicos de la banda de el Capitán, la inefable Magic Band (creo que es el que respondía al alias de “Rockette Morton” pero no estoy del todo seguro) .

Al referirse a la gestación de ese brutal monstruo sonoro que es el álbum Trout Mask Replica, y en clara rememoranza de esos tiempos en el cual estos músicos recluidos en una casa de campo luchaban por sacar y ensayar las dementes angulosidades sonoras de esos temas casi imposibles de tocar -estuvieron como 8 meses en eso- el músico aporta un dato mas que jugoso para entender hasta que punto la práctica diaria no fue el unico obstáculo que debió enfrentar esta banda tan incomprendida por el publico de su epoca.

Es que aparentemente era un tiempo de dificultades financieras para los miembros de la Magic Band. De hecho parece que era el mismo Don Van Vliet (el Capitán) quien aportaba el sustento alimenticio de los musicos que en el caso del pobre músico era una magra porción diaria de porotos. En el film el tipo recuerda la anécdota sin resentimiento y hasta con una sonrisa diciendo algo asi como “A lo último terminé sintiéndome como uno de esos místicos orientales”.

Viendo las fotos que ilustran la parte interior del álbum en cuestión no es difícil imaginar a estos músicos - esfuerzos y privaciones alimenticias mediante- ingresando en la dimensión desconocida, casi levitando y a Beefheart oficiando de gurú, un poco genio y un poco chanta en sus metodos (Como alguna vez observara algun periodista de la revista española Ruta 66 , esa panza evidencia una dieta muy diversa al de sus compañeros de banda).

Pero el tema es el siguiente: Fueron esas condiciones inusuales las que dieron como resultado un disco tan fuera de serie como el Trout Mask Replica?

La obra maestra de Don Van Vliet y la Magic Band se logro “gracias” o “a pesar” de todo esto? Se requiere una vida inusual para crear una obra inusual?

Ahhh...De nuevo los misterios de la musica.!

Yo veo en estas anécdotas mas de un punto en común.
Mas allá del obvio paralelismo entre estas historias de finanzas quebradas y hambre -nada tan raro después de todo en gente consagrada plenamente a la dificil tarea de vivir del extremismo musical- está la dedicación a la música mas allá de cualquier tipo de eventualidad. Ese lugar extraño donde el hedonismo ineherente a todo buen rock se junta con el ascetismo mas chiflado, extraño punto de intersección de opuestos, "coincidetia oppositorum" que parece develar el misterio secreto de la piedra filosofal de la inovación rockera.

Estoy a punto de irme al al carajo, lo se, las metaforas choreadas de la alquimia me pueden, podría extenderme en verborrea simbolico-mistica pero supongo que ya se entendió. Solo dejenme agregar- por si hace falta- que en ninguno de los dos casos había jugosos contratos con grandes sellos esperando, ni programas masivos de radio para difundir estas creaciones musicales, ni apariciones en la tele, ni nada de eso. Se sabía de antemano que se estaba haciendo música considerada casi invendible pero primaba otra cosa. Esa otra cosa vendría a ser el tema de este post.

Pero antes de cerrar permitanme abordar una ultima cuestión:

Hace tiempo que veo surgir la misma discusión en comments de blogs musicales, el mismo intercambio de argumentos entre nostalgicos y neofilos- por llamarlos o clasificarlos de alguna manera y sin conotaciones peyorativas, que se entienda por favor, no sean mal pensados!!!- Es decir, los que añoran cierto pasado musical y los que son optimistas o ven cierta evolucion ( o al menos continuidad ) del pasado en este presente musical.

Simplificando en exceso el debate (pero solo para poder graficarlo mejor) la cosa sería así.

Arnaldo b dijo:

Ya no hay mas locos ni rebeldes autenticos. Antes los musicos eran mas jugados, vivian en comunidades o se instalaban en "squatters" y les chupaba todo un huevo. Ahora van al gimnasio y se dejan garcar por las companias. Cualquier cosa con tal de pegarla y hacerse famosos.

Rose dijo:


Sos un prejuicioso, che. No se puede generalizar, hay de todo.A parte que tiene que vaya al gimnasio. Henry Rollins no levantaba pesas? Acaso hay que cagarse de hambre o ser ejemplo de bohemia incontaminada para ser tomado en serio??.

Destroyer Villita XXi dijo:

Cheeee, que aburrido esta esto, siempre discutiendo lasss mismas voludece, son todo puto!!!


Por alguna razón siempre que aparece una discusión de este tipo me quedo en amagues, incapaz de comentar nada valioso (ni nada extremadamente pelotudo, lo cual ya sería algo). Supongo que todo lo escrito anteriormente me colocaría casi en una posición parecida a la del "nostalgico", aunque sea por la simple razón de no poder encontrar ningúna historia con menos de 25 años de antiguedad para encadenar a este par de fabulas de hambre, aventuras y alta intensidad creativa. A lo mejor es falta de información nomás.

Tambien entiendo la postura del neofilo sobre todo en base a cierto hartazgo con lo que el quizás supónga un sermón rebosante de etica oxidada digna del mas dogmatico psicobolche setentista o algo por el estilo.

Mi respuesta a todo esto,o al menos a las diferencias entre esos tiempos “miticos” y estos tan posmodernos, es que en decadas pasadas tocar cierta tipo de música no masiva implicaba llevar una clase de vida bien distinta a la del resto de la sociedad considerada “normal”.

Quizás en cierto tipo de música, actitudes o costumbres no convencionales estaba implícito el rechazo a un modo de vida que se sabía errado. O quizás hubiera una búsqueda de algo que excedía lo exclusivamente musical y de lo cual la música obviamente se nutría saliendo del todo beneficiada . Nada me dice que no exista ahora, lo que creo es es que no es algo que parezca estar en primer plano...

Pero mas alla de este ultimo refrito personal de tantas opiniones ajenas tomadas de aqui y allá, este tosco análisis que me hace arruinar otro post que pintaba bien, me despido evocando el motivo esencial de toda esta chachara:

Esa cosa indefinible de la cual hablaba antes y que despierta o al menos se hace evidente en cierto tipo de situaciones, cuando las realidades terrestres apremian. La reacción positiva que provocan las limitaciones, la acción depuradora del encontarse en gloriosas pelotas con lo que uno ama y por ende haría de todos modos mas allá de exitos o fracasos, aceptaciones o rechazos. Lo que se descubre al moverse, el hambre que despierta la aventura y todo eso. Keep on rockin´...